PRÓLOGO ¿Por qué las personas creen que siempre pueden salirse con la suya? Durante toda mi vida he estado consciente de los riesgos que corro en mi profesión. Jamás reto a la suerte; trato de ser cuidadoso hasta en el más mínimo detalle. Ya saben, veo dos veces al cruzar la calle y esas cosas. Pero me sorprende el grado de idiotez al que pueden llegar algunos. Saben que están haciendo algo estúpidamente peligroso y, aun así, les puede importar un comino la cautela. ¡Por Dios! Ni siquiera son capaces de percatarse de que alguien los vigila. Son tan confiados, que el peligro pasa junto a ellos y los imbéciles hasta le desean un buen día. No lo entiendo, de verdad. Es decir, cualquiera puede seguirte durante horas a lo largo de tu día, puede aprender tu rutina y saber cosas como a qué horas sales de tu casa al trabajo, en qué lugar compras tu desayuno, qué días visitas el gimnasio, cuándo visitas a tus padres e incluso los días en los que, a la hora del almuerzo, sales a buscar a la...